Paz, música, baile y un bosque mágico lleno de colores demostraron que el mundo, la gente unida y el amor son más fuertes que la tragedia, tras un día devastador en New Zealand, el Festival Womad nos abrió el corazón y las puertas a nuevas propuestas musicales.
FOTOS: JUAN CARLOS G. BASURTO
Un bosque mágico entre lagos artificiales con más de 5 escenarios, luces, colores, comida y un público respetuoso pero entusiasta, fiestero y bailador hicieron un fin de semana de festival increíble.
Womad nos dejó baile cubano, tamboras, ska, música africana, el poder único de My Baby , el funk de Bajoli, el reggae de The Black Seeds, la fuerza escénica de la señora Dona Onete, las resistencia latinoamericana de Las Cafeteras y la música ska Gypsi de Shantel y Bucovina Club Orkestra que para mi fue uno de los mejores actos.
Gracias Womad por el festival, por la naturaleza, la música y sobre todo por reafirmarnos que somos más los que buscamos un mundo de paz, amor y baile, Gracias Womad.
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