Vaya noche de los Fabulosos Cadillacs ,fue un evento memorable para la comunidad latinoamericana en Berlín, que se reunió en la capital alemana para disfrutar de una de las bandas más legendarias de Argentina: Los Fabulosos Cadillacs. Con casi cuatro décadas de historia musical, la banda ofreció un espectáculo lleno de energía, nostalgia y ritmo. Pura Felicidad.

Durante casi dos horas, Los Fabulosos Cadillacs nos hicieron vibrar con su impecable repertorio, que incluye himnos como “Manuel Santillán, El León”, “Demasiada Presión”, “Los Condenaditos” y, por supuesto, uno de los momentos más intensos de la noche: “Calaveras y Diablitos”. La Arena se transformó en una pista de baile, donde la marea latina se unió en un solo batallon para disfrutar de la música de esta bandota.

Conformada por una alineación de músicos de gran trayectoria, entre ellos Vicentico (voz), Sr. Flavio (bajo), Sergio Rotman (saxofón), Dany Lozano (trombón), Nando Ricciardi (batería), Mario Siperman (teclados), Astor Cianciarulo (bajo y batería) y Florian (guitarra), la banda demostró su capacidad para tocar de forma atemporal. A pesar de que sus éxitos nacieron en otro siglo, sus canciones siguen siendo un reflejo de la vibrante cultura latinoamericana.

Clásicos como “Siguiendo La Luna”, “Carnaval Toda La Vida”, “Mal Bicho” y “El Satánico Dr. Cadillac” fueron recibidos con abrazos por el público, quienes no dejaron de cantar y bailar sin parar , de esas noches locas donde tiembla el edificio por los saltos y los brincos.

El cierre del concieto con las de cajón “Matador” y “Vasos Vacíos”, temas que pusieron el broche de oro a una noche que quedará grabada en la memoria y el corazón migrante de Berlín que se había convertido por un rato en el corazón de América Latina.

Con una mezcla de nostalgia, fiesta y esa inconfundible magia de Los Fabulosos Cadillacs, esta noche en Berlín fue un homenaje a la música que sigue cruzando generaciones y océanos. Que siga el baile, la rebeldía y que viva Latinoamérica.