Por: Judith Guzmán
@judi_jude
Fotos: Diego Rodriguez de Photostage
@dirco87
Esta fue una de esas noches en donde la atmósfera se contextualiza perfectamente con la música, las chamarras de piel, el whisky y las cervezas. El Salón Púrpura, una vez más, abre sus puertas a propuestas que ya se consolidan en la escena nacional, esta vez nos fuimos de fiesta rock n’ roll.
El line up fue abierto por Sierra León, que por esta noche los arreglos en la guitarra fueron sustituidos de manera excelsa por el líder de la banda Rojan. Con su característico sonido enfadado, este quinteto rompe la noche con riffs melódicos, coros estrepitosos y bases construidas de manera intensa para dar todo ese impulso rockero. Presentaron algunas piezas de su disco nuevo Broken Arquetipos, con letras combinadas en inglés y español, anunciando un pronto lanzamiento al mercado.
El segundo quinteto de la noche fue Red Burning Mustang, donde la pasión desmedía y la energía melancólica siguieron sonando sobre el escenario. De sonido desgarrador y voz rasposa, estos hidalguenses no bajaron el tono rockanrolero por un sólo momento. Al igual tocaron canciones de su nuevo material, junto con algunas canciones pasadas como la favorita Devil’s look que pusieron a corear a más de uno.
Cerraba la noche y los maquillajes comenzaban a verse desaliñados, la decadencia del alcohol mostraba a más de uno bajo sus efectos y era con esta sensual y poderosa activista social Elis Paprika con quien nos despedíamos del fin de semana.
La banda son los Black Pilgrims, que se adecuan a la energía tan intensa de su líder Elis, generando un sonido muy a la “girl power”. Sin duda, ayuda el hecho de tener a una linda guitarrista rasgueando con potencia al son de “Animal”, parte del nuevo material -recomendado- de su reciente LP titulado de la misma manera, Animal. Elis Paprika aprovechó cualquier oportunidad para dar discursos en pro de la música y generar un poco de conciencia sobre la problemática social en México, portaba una playera con la leyenda: “Más música-Menos balas”. Habló del colectivo Logia Negra y de como trabajar en equipo es la respuesta.
La noche fue para unos cuantos afortunados, con un aire íntimo y buena vibra entre los presentes. Alcohol, cigarros, botas y medias-rotas, todo sumado al sonido de estas 3 bandas que se consolidan en la escena nacional, cada uno le ha impregnado su sello a la música que produce. Ahora nos queda el eco de los bajos, el resonar de la batería, la ilusión de las secuencias y la melodía de los riffs de la noche, un mundo nocturno que se expresa con soltura a, esta, nuestra sociedad cansada de tanta violencia.
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