TXT: Ernesto Ruelas.        Fotos: Donna Espinoza

Después de dos días llenos de derroche y talento musical, sol, baile, cansancio y muchas experiencias, la tercera edición del Corona Capital, nos ha dejado bien claro que cada vez más se va acercando a grandes festivales internacionales como el Coachella o Lollapalooza, un privilegio para nosotros tener en nuestro país un festival de estas magnitudes.

Día 1.

Desde muy temprano camiones foráneos, vagones del metro lleno, gente en sus coches y personas caminando arribaron a las puertas del Autódromo Hermano Rodríguez, miles de personas tanto del DF como de fuera a la expectativa de lo que por primera vez sería un festival de dos días con bandas internacionales y nuevas propuestas mundiales.  Comenzamos acompañando a nuestros hermanos tapatíos de Technicolors Fabric en el escenario Corona Ligth, en donde el momento emotivo fue cuando Juan Pablo, vocalista de la banda, dice “ahora que los veo cantar me dieron ganas de llorar” y se sentó un momento, después agradeció al público su asistencia tan temprano. Más tarde pasamos a ver a otro grupo local, ahora del DF Vicente Gayo dejó plasmado en el escenario la fuerza de los riff y la psicodelia rockera mexicana. El momento llegó para Mutemath que ya cuenta con muchos seguidores en México, pero que rompió la barrera de lo convencional para instalarse con sonidos mezclados con sintetizadores noventeros, rock progresivo y mucho poder. Con un nublado parcial y cuatro hermosas chicas vestidas de negro, la oleada de artistas femeninas nos fueron cautivando, con Dum Dum Girls,  el glam rock hizo presencia en uno de los escenarios principales el  Corona.

El día iba con normalidad, gente yendo y viniendo de un escenario a otro, hasta que nos fuimos al Bizco Club, el escenario para los eléctricos, y ¡vaya sorpresa nos llevamos! el día sería otro, pues ante la expectativa de lo que veríamos, saltó al escenario el grupo sudafricano de Die Antwoord que hizo que reventáramos, brincáramos y viviéramos el poder de una mezcla de rap con rave y su local Zef (palabra utilizada por la banda para describir su estilo musical) expresado en un Afrikáans mezclado con inglés en una voz masculina y otra femenina que, aunque difícil de entender, nos llevaban a la locura y a su “I Fink u Freaky” que se veía en los visuales y en todo el show con tintes sexuales y libertinos. Propios y extraños quedaron tocados por lo que acabábamos de vivir, y a decir verdad a tan temprana hora (4:30pm), dejaron muy alto el estándar de ese escenario.

Después de tanta fiesta nos trasladamos a los noventa con The Walflowers con la voz de Jakob Dylan, hijo de la leyenda Bob Dylan, algo apagada (o con un sonido pobre) y con ritmos de souls, los asistentes esperaron One Headligth para guardar el recuerdo en el celular o en la cámara. No tardaron mucho para que apareciera el dueto inglés-americano The Kills con sonidos post-punk y garage-rock con percusiones de fondo que daban mucha versatilidad al sonido. Ya con los tombs y los ritmos puestos nos dirigimos a ver a los escoceses, que ya habían venido a nuestro país, Franz Ferdinand terminó con otro de los escenarios principales el Capital, donde los gritos, los ritmos y la capacidad para conectarse con el público hicieron para muchos el cierre de un escenario prendido y lleno de poder, mientras otros tantos hacían lo propio con los ingleses de Suede y su rock y glam-rock noventero. Para el cierre del escenario Corona, The Hives hizo lo suyo, como ya nos tiene acostumbrados en sus múltiples visitas a nuestro país, con un rock acelerado y riffs potentes que hicieron que los cansados brincaran, gritaran y sudaran.

Así concluyó el primer día, más experiencias nos esperaban para el día siguiente, mientras tanto le decíamos “Buenas noches” al Autódromo con el dúo británico de Basemente Jaxx  y su música House que a más de uno hizo que diera el último estirón y bailara.

Aquí las fotos del Día 1 del Corona Capital