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La “banda de la prepa que decidió cantar sobre desamor juvenil” o también conocidos como KAKKMADDAFAKKA tocaron el día de ayer en el Cavaret. Muchas expectativas teníamos todos de esta noche, luego de que regresaran a Guadalajara después de tocar en Mansión Magnolia hace algunos meses donde muchos los escuchamos por primera vez. Expectativas también por el anuncio de que Erlend Oye iba a compartir escenario con sus hijos pródigos.
Por : Susana Ochoa
Así pues comenzó la noche, abriendo escenario la banda tapatía Odisseo que se mostró sorprendida por las personas que llegaron temprano para escucharlos. Un buen preámbulo para la noche que nos esperaba.
Cerca de 1 hora y media después abrió la banda a la que todos fuimos a ver. Uno de sus coristas/bailarines salió con una bandera blanca con las siglas Kakka a marcar territorio. Sería SU noche en Guadalajara, la última del 2014.
¿Qué puedes esperar de una banda de un país que tiene todas sus necesidades cubiertas? Pues que hablen de amor, desamor, traumas de la adolescencia, de las chicas con bajo autoestima y de como pasarla bien siempre. Comenzaron con canciones como “Gangsta” y “Self Esteem” de su disco del 2011. La mayoría de los asistentes eran chavitos de entre 17 y 21 años pero sus canciones de problemas de adolescentes nos hicieron bailar y cantar a todo pulmón a todos los que estábamos en el lugar.
Terminaron su primer set con “restless” que nos hizo saltar sin parar y apenas comenzamos a cantar “otra..otra” cuando salió Erlend con una bufanda y saco como diciendo “soy una institución musical, gracias por venir”. Tocó “savior” solo con su guitarra y como siempre, con una sonrisa de salir al escenario. Después regresaron los Kakka al escenario para compartirlo con Erlend y deleitarnos con el arsenal vikingo.
Los highligts de la noche: Erlend (por su puesto), el percusionista cantando “Bailando” de Paradisio y el cierre del show con “Forever Alone”. Más show y buena vibra que música, gracias Kakkmaddafakka.
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